CERVANTES INSTITUTE IN WARSAW

RETRATO ENMASCARADO (MASKED PORTRAIT) CURATOR: AGNIESZKA ROŻNOWSKA, INSTITUTO CERVANTES DE VARSOVIA (CERVANTES INSTITUTE, WARSAW), 2021

Anna Klimczak Maska (The Mask), three-channel projection with sound from the exhibition Retrato Enmascarado (Masked Portrait), curator: Agnieszka Rożnowska, Instituto Cervantes de Varsovia (Cervantes Institute, Warsaw), 2021

The multimedia project is based on photographs of Anna Klimczak’s 1995 performance Maska (The Mask). It is done in such a way that it evokes both to a traditional slideshow from a slide projector and to a time-lapse film. The aim of the project was to emphasize the archival nature of the work. The sound is a combination of mechanical sounds recorded from the slide projection device and sounds created on the basis of memories from the 1995 performance.

Collaboration on the exhibition: Tomasz Miśkiewicz, technical production/Jerzy Klimczak, sound/Agnieszka Kalinowska, archive photographs/Jędrzej Sokołowski, Jarosław Barański, compilation of archive photographs/Polish Japanese Academy of Information Technology, technical assistance/Damian Śmigielski, video

AUTORRETRATO DE UN ARTISTA. REFLEXIONES PERSONALES SOBRE EL PROCESO CREATIVO.

Cuando vuelvo a mirar la documentación de la performance ”Máscara”, creada en 1995, siento la atmósfera de aquel día y de aquella época. Mirando desde la perspectiva de los años transcurridos puedo definir mi funcionamiento entonces como el estado de un duelo creativo. Los actos artísticos que realicé fueron un cúmulo de tensiones, incertidumbre, espontaneidad e intuición. Era como un semiconductor. Me beneficié de las conexiones e interacciones que alimentaron mi pensamiento sin las limitaciones de tiempo y espacio. Fue un momento estupendo. El enfoque, la simplicidad, pero también la torpeza de la juventud. El resultado de este intercambio de emociones fue el concepto de un espectáculo titulado “Máscara”. La acción tuvo lugar durante mi época de estudiante y fue una respuesta al tema propuesto en las clases de dibujo del profesor Jarosław Kozłowski en la Academia de Bellas Artes de Poznań. (1) La idea misma nació en el movimiento. Subiendo muchas veces las escaleras a la quinta planta del edificio donde se encontraba el estudio, recortaba sucesivamente en mi mente los elementos de las elaboradas visiones que aparecían. Lo hice porque me faltaban fondos para comprar materiales. El estado de impotencia, de un remate interior y la eliminación de los objetos materiales resultaron muy liberadores. Sigo aprovechándome de esa experiencia y reduciendo al mínimo los medios a la hora de crear mis proyectos. Así nació la idea del trabajo que, por lo visto, sigue siendo válida hasta hoy en día. Susan Sontag constató acertadamente en uno de sus discursos: ”Cuando (…) se introduce en el mundo una fantasía, un motivo o una idea, ésta empieza un viaje extraordinario que no se puede controlar ni detener”. (2)

Anna Klimczak "Maska" ('The Mask', 'Máscara'), 1995 (photo by Agnieszka Kalinowska)

La máscara se asocia a la cobertura de la cara. Permite la transformación y el camuflaje. A veces tiene una función protectora. Nos recuerda a los rituales mágicos y religiosos, pero también al entretenimiento. La máscara es “un objeto, un accesorio y un artefacto en uno, a través de su forma así como de la capa simbólica inherente a ella, y está profundamente arraigada en la cultura”. (3) El dramaturgo y director de teatro Markus Kupferblum decía que la palabra “máscara” tiene su origen árabe-español. La palabra árabe “mascharat” significa fracaso/humillación y juego de apariencias. Mientras que en español: “más que la cara” es una locución más simbólica y polifacética. (4) La construcción lingüística que creó la palabra española “máscara” permite una amplia interpretación. La palabra “maskara” en polaco no es más que un objeto para pintar los ojos, es decir, para maquillar, embellecer o encubrir (enmascarar) defectos. Originalmente, la palabra “maquillaje” indicaba una falsificación. (5)

La idea que impulsó la acción que realicé hace años, y que luego repetí varias veces en nuevas versiones y nuevas circunstancias, fue precisamente el maquillaje. El empolvado diario de la cara y el lavado de la sustancia aplicada. La confrontación con la imagen obtenida. Durante la representación, la pólvora fue sustituida por la tiza en polvo. Jagna Lewandowska, crítica de arte contemporáneo, así describe el espectáculo: “Utilizando varios elementos de atrezzo: una mesa, una bolsa de tiza, bolas de algodón y un vaso de agua (…) la artista impulsó un sistema de acciones sorprendentes, en forma de un bucle de acciones sincronizadas.” (6) Leemos seguidamente: “Los pasos, inicialmente tranquilos, de un extremo de la mesa (…) al otro (…), con el transcurso del tiempo se convierten en un acto alocado de la artista, acompañado de ruidos causados por la fatiga (…) de la artista. Uno se pregunta por la creciente compulsividad de las acciones realizadas (…).” (7) Al final, la autora del texto resume: “Un elemento que puede orientar hacia ciertas huellas de interpretación es la imagen que se proyecta sobre el rostro enmascarado de la artista en el momento de quitar las sucesivas capas. Sobre la superficie blanca e impersonal aparece la imagen de una mujer. La figura se asemeja a la autora antes de su metamorfosis, sin embargo, no estamos seguros de que sea realmente la fotografía de la artista. El poder de transformación está dirigido a la constitución de su propia imagen, a la lucha contra una misma, a la lucha que emprendemos cada día de nuevo”. (8)

La imagen, la medida de la identidad humana, está creada hoy en día en formatos completamente nuevos. Se crea en mundos virtuales. El rostro y un conjunto de rasgos individuales se han convertido en un salvoconducto y contraseña que sirven para funcionar en la realidad existente. Revelar la imagen conlleva el riesgo de quedar archivado y clasificado en el sistema de control social, pero al mismo tiempo se recompensa con la satisfacción de ser aceptado y visible. La existencia subordinada a la observación permanente deja pocas opciones. El enmascaramiento, que puede considerarse como un engaño y un intento de encriptar la información, se convierte paradójicamente en una oportunidad para preservar la individualidad. O nos integramos en un esquema determinado y recibimos la atención a cambio, o -como en la performance propuesta- nos condenamos a una lucha constante contra una imagen impuesta. La máscara, “más que la cara” – es algo más que una cara. La libertad puede ser una adición, si no perdemos de vista el momento en que la perdimos.



1. od 2010 roku Uniwersytet Artystyczny im. Magdaleny Abakanowicz
2. Susan Sontag “Myśl to forma odczuwania”, Wydawnictwo Karakter, Kraków 2014, s.126
3. Jagna Lewandowska “Maska”, Wraszawa 2015, pozyskano z: https://annaklimczak.pl/static/media/files/maska_PL_5.pdf
4. zob.: Markus Kupferblum: Menschen, Masken, Charaktere. The Arbeit mit Masken am Theater (niem.), pobrane z: kupferblum.com; por.: Das Wort „Maske“ hat arabisch-spanische Wurzeln. Während sich das arabische „Maskharat“ auf die Posse bezieht, die durch die Verhüllung des Gesichts möglich ist, fasst das spanische „Más que la cara“ den Begriff allgemeiner und zugleich tiefer: mehr als das Gesicht. Daraus entwickelte sich das Wort „máscara “, die „Maske“.
5. Makijaż ( fr. maquiller: fałszować, szminkować); pozyskano z: https://pl.wikipedia.org/wiki/Makija%C5%BC; Patrz także: Étymologie de «maquiller»(1815) Dérive, à l’aide du suffixe -iller, de l’ancien verbe picard maquier («faire»), lui-même emprunté au moyen néerlandais maken («faire»). Le verbe est passé dans l’usage argotique avec le sens de «falsifier» puis dans l’argot du théâtre (1840) avec celui de «grimer». Il a enfin perdu le sens argotique pour signifier « farder, enjoliver un visage» Wiktionnaire – licence Creative Commons attribution partage à l’identique 3.0; pozyskano z: https://www.lalanguefrancaise.com/dictionnaire/definition/maquiller
6. Jagna Lewandowska “Maska”, Wraszawa 2015, pozyskano z: https://annaklimczak.pl/static/media/files/maska_PL_5.pdf
7. Tamże
8. Tamże